sábado, 30 de enero de 2010

La luz

No es algo nuevo.
No es un descubrimiento.
Es algo que todos sabemos y nos aplicamos.
Todos los errores cometidos, son aprendizajes para un posterior proyecto.
Erramos una y otra vez, y eso nos servirá de escuela.
Alguna vez, hemos caminado por valles equivocados. Lo sabíamos de antemano.
Se nos ponía delante de los ojos un oscuro paraje, lleno de trampas, cargado de incertidumbres, repleto de dudas. Y ciegamente nos hemos lanzado en plancha. Aun sabiendo que sufriríamos, que nos dolería de una forma lacerante, hemos apretado los ojos y los dientes y hemos dado el paso hacia la angustia.
Hemos entrado en el zulo con el valor de un condenado. Buscando sin descanso las ventanas que nos dieran la luz y las esperanzas.
Sabíamos que el abismo estaba delante de nuestros ojos y simplemente hemos “echao palante …con dos cohones”
Hemos planeado en vuelo libre, para terminar cayendo en nuestro propio llanto.
En ese calor extremo, en ese ahogo exagerado nos ha llegado una brisa con aroma de vida, Hemos levantado la mirada y ahí estaba ella … la Luz.
Sonriendo aliviados nos hemos dejado simplemente mecer por ella.
Nos acariciaba los sentidos.
Ha secado nuestras lagrimas y con un gesto nos ha invitado a seguirla.
- Vamos, abre los ojos … el cielo es tu techo- Nos ha dicho con un brillo de optimismo.
- Vamos, sé valiente. Tu limite está en el Sol .- Nos ha cantado la Luz.
- Vamos, mira ese espejo, tu reflejo sin llanto es el mejor regalo que puedes ofrecerte.
Y la hemos hecho caso.

Desde mi rincón…



Lo mío

Leí hace poco ,algo que me produjo tristeza, pero a la vez alivio, por que yo, a los dioses doy las gracias, no compartía ese pensamiento.

Tan libre de expresarse, como cualquier otro, que para eso están las opiniones.
Hablaba del paso inevitable del tiempo, de la añoranza, de los recuerdos.
Sobre el tiempo, decía que deseaba que pasara rápido, como un obús,. Que le molestaba que fuera lento.
Y yo pienso: No hay veces en los que deseamos parar el reloj??, no hay momentos, en los que deseamos que el tiempo se detenga??. No debe tener todo su equilibrio???.
Hablando del tiempo en presente, se refirió a las añoranzas y a los recuerdos.
Según su opinión son ñoñerias.
Y yo vuelvo a preguntarme: Es ñoñeria añorar la infancia??, a los seres queridos que ya no están??, al recuerdo de una época feliz??, a los amigos que están lejos??.
En mi opinión la palabra “ñoñeria” está mas ligada a la negación hipócrita de no sentir esa añoranza.
Al no reconocer que nos entristece recordar épocas mejores, aunque las del momento sean positivas. Como si traicionásemos nuestro presente.
Eso, hablando claro, sube un escalón en la palabra “ñoñeria” y pasa a ser hipocresía de alto nivel..
Vivir el momento, no tiene por que estar reñido con las sonrisas que nos pueden provocar, las añoranzas de cosas de pasado.
Hago una referencia a las palabras de un ajeno, por que estoy segura de que mas de uno comparte esa opinión. Y antes de que me reprochen las nostalgias … me hago fuerte.
Extendiéndome un poco mas, (por que hoy tengo a la musa tonta) echaré un poco mas de leña al fuego.
Dedicar el tiempo a “los míos”. (Esa fue su frase maestra).
Qué clase de término es ese.. "los míos” ? "Los mios" es un término tan amplio como “ el todo”, “siempre”, “nunca”. Es indefinido, e indefinible.
A qué me compromete adherir la palabra “míos” a la frase “ Yo sólo dedico mi tiempo a los “míos“.. Acaso me pertenecen?. Darles la vida, los hace mis prisioneros?. No es altruista el genero humano??. O acaso, siempre creemos merecer recompensas por los besos, las atenciones o los silencios?. Acaso no son “míos”, mis amigos?? Incluso diría mas, acaso no son míos mis enemigos?? No debo darles a cada uno su tiempo???.
Vaya… ya estoy de nuevo… otro desbarre de los “míos”…
Voy a ir terminando por que con tanto “mío”, “mío”, “mío”, mi gato empieza a mirarme algo extrañado.
Ahí queda eso.

Desde mi rincón…

lunes, 18 de enero de 2010

Defensa

Que lista es la Madre. Me refiero a la Madre Tierra. Y que selectiva y cauta.


Nosotros, especie engreída, creemos ser sus dueños, no sopesamos el daño que puede causarnos con solo desperezarse un poco.

Nos engulle, nos aplasta, nos abrasa, nos ahoga.

Y no es una venganza, es solo una respuesta.

Hay aguas que nacen en las montañas, y buscan su camino hacia el mar, caminos que Tierra ha elegido y diseñado, ella pone un monte aquí, un barranco allá, . Y nosotros nos empeñamos en ponerlos en cauces falsos, en desviar sus trayectos, en construir nuestras ciudades en su paso. En aprovecharnos de su energía clausurándolo en enormes presas que hacen gritar al rio, que pugna por salir.

En nuestro propio beneficio, somos capaces de cualquier desaliño. Cosechamos energía de Tierra, que empleamos en su propia destrucción.

Un buen día, Tierra se cansa. Se harta de tanto desprecio por su hija Naturaleza, y se pone flamenca.

Sacude sus estructuras, nos sopla despacito en la oreja, e incluso se pone a llorar de rabia. Y eso trae consecuencias. Terremotos, huracanes, lluvias torrenciales. ..destrucción y dolor humano.

En fin… lo dicho. La Madre sólo se defiende.